Amor para personas con discapacidad

PEQUEÑO COTTOLENGO DON ORIONE NECESITA VISITAS Y VOLUNTARIOS CAPACITADOS

La hermana Mirta Amarilla trabaja en el Pequeño Cottolengo Don Orione desde hace dos años y medio. Una niña se acerca feliz hacia ella, paso a paso.

Afecto es lo que más piden quienes viven en el Pequeño Cottolengo Don Orione.

El gran predio de la institución está situado en Mariano Roque Alonso.

Actualmente llegar hasta el sitio es algo difícil, debido a que las calles de acceso están en reparaciones, que no se terminan aún dado que las repetidas lluvias retrasan la tarea.

“Esperamos que esas obras se terminen pronto”, anhela Felipe Filártiga (23), quien es el coordinador de comunicación del hogar desde hace unos años. “Don Orione me dio la oportunidad de trabajar y crecer como funcionario acá, hasta llegar al cargo que ocupo ahora, acompañando a los niños, jóvenes y adultos que viven acá”, cuenta.

Son 64 personas con discapacidad física o mental hoy las atendidas en el Pequeño Cottolengo, de distintas edades: bebés, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos.

Niños autistas y con síndrome de Down se integran en una mesa de juegos.

Están divididos en dos hogares, de mujeres y varones, en un enorme predio que cuenta con una bella arboleda, y espacio suficiente para criar gallinas, chanchos y cabras, que encaminan a los residentes a una terapia ocupacional y al mismo tiempo colaboran con la economía del lugar.

Pueden así todos consumir huevos caseros, leche de cabra y “de tanto en tanto” carne de cerdo.

Los funcionarios son alrededor de 25. Cinco médicos realizan visitas periódicas, desde el área clínica y pediátrica.

Desde temprano

Todos empiezan la jornada a las 6:30, hora en que empieza el baño, hasta las 7:00. A las 7:15 se sirve el desayuno, y en época escolar, a las 8:00, los escolares van a la escuela que se encuentra dentro del predio, en el tercer pabellón.

Ahí son atendidos por ocho docentes asalariados del Ministerio de Educación. Este año las clases comenzarán el 20 de marzo, con dos instructores, un profesor de educación física, dos de plurigrado y dos coordinadores.

La jornada mañanera tiene que ver con lavar ropas, caminar, alimentarse, rezar y entretenerse.

Vacaciones de tereré

Ahora que están de vacaciones, las chicas cuentan que se pasean, a veces van al parque. El almuerzo es a las 11:45, hasta las 12:30, hora en que empieza el rezo, hasta las 13:00, tiempo de descanso. Después “tomamos tereré, charlamos, estamos por acá”.

Es siempre una necesidad contar con lavandina y detergente, ya que todo se limpia constantemente.

También puede notarse que en el Pequeño Cottolengo son necesarias más personas capacitadas, que puedan acompañar personalizadamente y con cariño a quienes viven y son cuidados en el lugar.

Usted puede informarse más llamando al los Teléfs. 282-880/1.

Fotos…
Las urgencias siempre son muchas en este lugar que tiene como modelo a su fundador San Luis Orione. Casas similares hay en 33 países de cinco continentes.

La limpieza es fundamental en cada salón. Encontramos a los varones en pleno trajín en sus habitaciones.

Como terapia ocupacional, quienes viven en el Cottolengo cuidan a cabras, gallinas y chanchos.

El predio del Pequeño Cottolengo Don Orione se mantiene siempre limpio y cuidado.

cmedina@abc.com.py

Fotos: Néstor Soto.

Cecilia Medina

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