Por Agencia EFE
“Este maratón es la plataforma internacional perfecta para traer un mensaje, un lugar donde fluye mucha gente de muchos países con deseos de lograr cosas. Es un ambiente espectacular y creo que es uno de los maratones más emblemáticos del mundo”, dijo a Efe Melamed, con un ánimo contagioso.
Su mensaje es que “nada es tan grande como para no intentarlo, y si lo sueñas, haz que pase” y por eso está en Nueva York, donde continúa desde hace cuatro días el entrenamiento para correr por primera vez un maratón, en el que llevará el número 794.716.
Para el venezolano, de 36 años, la segunda ha sido la vencida ya que en 2010 intentó participar en la competencia pero enfermó de pulmonía.
Tan pronto se recuperó continuó su preparación, que le ha tomado dos años y medio, durante los cuales ha participado en varias carreras, entre ellas una media maratón en Miami.
El objetivo del venezolano no es lograr un buen registro de tiempo, sino inspirar a otros.
“Mi sueño es que a través de la ruta muchos se encaminen hacia sus propios sueños, dejar una estela y una esencia sembrada en mucha gente para que sea el comienzo de sus propios sueños” y ante eso, Melamed asegura que los 42 kilómetros “se hacen chiquiticos”.
El joven nació con el cordón umbilical alrededor del cuello que casi lo asfixia y la falta de oxígeno lo dejó prácticamente sin movimiento, con un diagnóstico de retraso motor.
Sin embargo, aunque las expectativas de vida eran mínimas, luchó con el apoyo de su familia, que decidió que él no sería alguien especial y así comenzaron a explorar todas las alternativas para que viviera en un ambiente de exigencia y optimismo.
Un personaje “fundamental” ha sido su padre y al hablar de él, las lágrimas corren por su rostro ya que recientemente fue intervenido quirúrgicamente.
“Mi papá es la persona que siempre me exigió más que a los demás, dándome fuerzas, siempre me decía ‘vamos por más’ Es ese ser que siempre nos ha dado (al personal que le acompaña) el estímulo para no desfallecer”, afirmó.
Para su “gran prueba” del domingo cuenta con un equipo que le ha apoyado por varios años, entre éstos su entrenador, además de haber hecho cambios en su vida.
“Los que me conocen dicen que estoy más serio, no salgo de noche, como distinto. Tuve que aprender a entrenar, pero, cuando uno ama algo o a alguien, no hay excusas”, afirmó Melamed, quien estudió Economía en la Universidad Andrés Bello de su país, donde se destacó en sus estudios y como líder estudiantil.
Al graduarse, vivió un tiempo en la ciudad de Londres con la excusa de perfeccionar el inglés y el propósito de probarse a sí mismo de que podía vivir de forma independiente.
Al regresar trabajó con organizaciones juveniles de Venezuela y Latinoamérica, tras lo cual se hizo psicoterapeuta, lo que le ha llevado a ayudar a otras personas.
Con una gran serenidad Melamed dijo a Efe que pese a que se ha preparado, “no sabemos a lo que nos vamos a enfrentar el domingo, pero no importa, porque ya puedo decir que he ganado una libertad enorme con sólo intentarlo”.
Para este venezolano, lo más difícil será el desgaste físico y emocional entre los kilómetros 26 y 35, por el tiempo que ya ha transcurrido en la carrera y lo que falta para alcanzar la meta, pero dice con convicción que llegará “aunque sea a las once de la noche” porque le inspira la gente, sobre todo los niños, a los que podrá alcanzar con su mensaje.
“Será una ofrenda para la gente, al propósito de cada quien en la vida. Yo vine con un propósito a la vida y no cumplir con ello sería desperdiciar un don que Dios me ha dado”, argumentó Melamed, cuya página en internet es www.indiegogo.com/Vamos-Maickel.
“Creo que la energía que vamos a vivir ese día será genial”, sostuvo Melamed, quien cuenta con el apoyo de la Fundación Aquiles para este gran desafío.