“La Ley apunta fundamentalmente a que la Salud Mental se incluya como un área más de la atención de la salud. Toda persona tiene derecho a ser atendida en su comunidad e incluida activamente en su cotidianidad. Esto constituye un cambio de paradigma. Actualmente el trastorno mental se asume con vergüenza, temor, o terminar en un hospital psiquiátrico, lo que generalmente empeora la situación de la persona”, explica Cohen, experto en Salud Mental de la OPS/OMS.
Las recomendaciones de la OPS/OMS apuntan a la atención de la persona en su cotidianidad, con métodos avanzados, que permitan su efectiva recuperación. Se trata de la inclusión de la Salud Mental en la red de atención primaria, en los hospitales generales, con camas para internación cuando sea necesario y disponibilidad de psicofármacos para su uso racional. Esto implica la formación del personal sanitario con herramientas para su abordaje. “En la medida en que se capacita al equipo de salud y se les da herramientas para intervenir, incluido el acompañamiento de los especialistas, se pueden modificar los prejuicios que existen alrededor de la atención de las personas con trastornos mentales”, asegura Cohen.
Los datos publicados por la OMS revelan que los trastornos mentales severos, que comprenden alcohol, depresión, psicosis, epilepsia, demencia, parkinson, consumos de otras drogas, trastornos de la infancia y la adolescencia son el principal problema de salud pública. De ahí la importancia de una Ley de Salud Mental, que vele por el estado de bienestar de la persona para que pueda realizar sus capacidades y hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.
En los países de la región de las Américas, entre 70 y 85 % de las personas con trastornos mentales no reciben atención. La discusión de la Ley de Salud Mental de Venezuela, surge oportunamente en el año dedicado a los trastornos mentales por la OMS, cuyo lema del Día Mundial de la Salud 2017 es “Hablemos de la depresión”, y contribuirá con la inclusión de los problemas de salud mental en los centros de atención sanitaria con los que cuenta el país. Una ventaja que dispone Venezuela es la posibilidad de incluir también la salud mental en las Misión Barrio Adentro y Negra Hipólita, entre otras.
La Ley de Salud Mental es la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, suscrita por el Gobierno venezolano en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, en 2006. “La Ley expresa que toda persona es capaz hasta que se demuestre lo contrario, más allá del diagnóstico que tenga”, enfatiza Cohen.
Fuente: OMS/OPS