El único galardón que se conocía con antelación, el Goya de Honor, fue este año para el prolífico director, Jesús Franco. El homenajeado entró en el escenario en su silla de ruedas, acompañado por Lina Romay, su musa y su mujer desde hace más de 30 años. Tras un largo y sentido aplauso de los asistentes, recibió el galardón que dijo no merecer.
La sorpresa llegó con el cantante de ‘La Excepción’, Juan Manuel Montilla, más conocido como ‘El Langui’, quien se llevó los dos Goyas a los que estaba nominado con la película ‘El truco del manco’: a la mejor canción original por el tema ‘A tientas’ y mejor actor revelación.
El cantante, con parálisis cerebral que limita sus movimientos, denunció ante las cámaras y los miembros de la Academia de Cine la falta de accesibilidad del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, escenario de la gala de la vigésimo tercera edición de los Premios Goya.
‘El Langui’ necesitó ayuda para subir las escaleras y acceder al escenario. “Estas cosillas son las que le impiden a uno ser del todo autosuficiente”, manifestó ante los asistentes.
Montilla dedicó su segundo Goya, el de mejor actor revelación, a sus padres. “Gracias. Os lo debo todo. A vosotros que siempre me poníais el Nesquik en lo más alto del armario para que tuviera que esforzarme”, declaró el actor- cantante.
Mejor corto documental
Por otra parte, la historia del pinchadiscos sin brazos Pascal Kleiman en ‘Héroes: no hacen falta alas para volar’, consiguió el Goya al Mejor Corto Documental. Tras el triunfo en los premios de la Academía de Cine, el director del corto, Ángel Loza, se plantea continuar la trayectoria del DJ en un filme de larga duración.
Pascal Kleiman, el protagonista de ‘Héroes’, es un reputado ‘disc-jockey’ de música electrónica que pincha en algunos de los clubes más importantes del mundo. Tiene la peculiaridad de que lo hace con los pies, ya que nació sin brazos por un fármaco que tomó su madre durante el embarazo.
“Pascal nos da una lección vital en este corto que intenta respirar vida desde el primer minuto”, explicó Loza. “Todos tenemos alguna discapacidad, física, emocional o de otro tipo, y él tiene la suya”.
Cine sin prejuicios
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) valoró que el cine español “aborde la discapacidad sin reparos ni prejuicios, como un elemento más en una sociedad plural y madura”.
También mostró su satisfacción por el acuerdo alcanzado por la Academia de Cine, el Real Patronato sobre Discapacidad y el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción, que permitió por primera vez en la historia que la gala de entrega de premios fuera accesible a las personas con discapacidad auditiva.