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Amigos y amigas:
Les hago envio del Editorial del mes junio del Canal Down21, que es de suma trascendencia, por lo que significa en la vida de las personas con síndrome de Down.
Brevemente mi experiencia familiar: Cuando Julia estudiaba en el I.E.E. Lara, llego a mis manos un texto alemán traducido al español, con edición del año 1970. De ese texto envio muestras escaneadas, en archivos adjuntos, donde verán la portada, autor y editoral, leerán tres páginas, en dos de ellas muestran la escritura en alemán de dos personas con síndrome de Down y la traducción al español al pie de cada página.
Le planteamos a la psicopedagoga que se enseñara a Julia a leer y escribir, como respuesta nos dijo que los niños con síndrome de Down no aprendian a leer ni escribir. Ante nuestra insistencia, solo le quedo respondernos que si un niño con síndrome de Down aprendia a leer, no entenderia lo que leyera. Ante todo esto no nos quedo otra alternativa que buscar a otra docente y conocimos a Tatiana Perera, que para esa epoca se conocia como una kindergarterina. Ella iba a nuestra casa, trabajaba con Julia, quien aprendió a leer y escribir.Tatiana, por cierto años más tarde trabajo en ICOAL. Luego Julia nos dio testimonios que se comprendia lo que leía.
Todavía sucede que los jóvenes con síndrome de Down egresan de Educación Especial sin saber leer ni escribir. Testimonio de ello es que en la Asociación Larense para el Síndrome de Down (ALASID), por medio del programa de lecto-escritura, es cuando poco a poco, van aprendiendo a leer y escribir. En la mayoría de las fotocopias de las cédulas de identidad que revise en Alasid, se lee que manifiesta no saber firmar. Cuando se sabe que más del 80% de las personas con síndrome de Down estan capacitadas para aprender la lectura y la escritura, no es posible que esto siga sucediendo.
Estas cosas que comento no son a modo de crítica constructiva, en el sentido de la necesidad de dar un cambio a la enseñanza en las personas con síndrome de Down. En http://www.down21.org/ conseguirán la versión digital de un excelente texto para la enseñanza de la lectura y la escritura en personas con síndrome de Down.
Ojala y pueda recibir comentarios a este escrito, que considero como un reclamo justo a un derecho que tienen las personas con síndrome de Down: SABER LEER Y ESCRIBIR.
Un abrazo cordial,
José Francisco Navarro Aldana
Papá de Julia y Médico Fisiatra
Editorial del mes
Junio 2009
Lectura y escritura: algo más que un aprendizaje
En todas las culturas y en todas las épocas de la civilización humana, la alfabetización fue la punta de lanza que marcó el progreso de la sociedad. Una persona analfabeta quedaba descolgada por definición, marginada e inválida. Así fue para la inmensa mayoría de las personas con síndrome de Down hasta hace unos años: carecían de competencia. El panorama ha cambiado radicalmente desde que unas personas —por cierto, compartían la doble cualidad de ser madre y ser profesional— indagaron y analizaron el mejor modo de enseñarles a leer y escribir en el ámbito de la lengua inglesa y de la lengua española. Hoy sus métodos de aprendizaje de la lectura y la escritura, coincidentes en lo fundamental, se han generalizado y adaptado a otros idiomas y están permitiendo que niños, adolescentes y adultos con síndrome de Down lean y escriban de forma generalizada. Canal Down21 se congratula en haber incorporado y ofrecido, desde hace unos días, el método original español en su nueva versión electrónica e interactiva para su utilización libre y gratuita.
Nos interesa resaltar algunos conceptos que consideramos importantes. En primer lugar, la educación de un individuo es un proceso que comienza en la cuna y continúa de manera ininterrumpida durante toda la vida, tanto más cuanto más problemas existan. El aprendizaje de la lectura y la escritura queda íntimamente incorporado en este proceso y es necesario que los padres de niños muy pequeños lo tengan en cuenta. Porque las características mentales y cognitivas del niño con sindrome de Down, los avances y los problemas que aparecen durante las primeras etapas educativas, incluida la intervención temprana, y el cuidado pedagógico individual de habilidades imprescindibles como son la atención, la percepción, la discriminación y la destreza manual, van a ser determinantes a la hora de introducir al niño en su proceso lector. De ahí que el libro que hemos incorporado preste tanta atención a la descripción del aprendizaje perceptivo-discriminativo. Recomendamos su lectura a los padres de niños pequeños para que se vayan iniciando.
En segundo lugar, la enseñanza de la lectura y de la escritura a los niños con síndrome de Down o con otras deficiencias forma parte esencial de la tarea educativa, por lo que ha de incorporarse de manera natural en el discurrir ordinario de los diversos métodos educativos.
En tercer lugar, la lectura y la escritura no sólo contribuyen de manera decisiva a la incorporación de estas personas al mundo que les rodea, al utilizar herramientas comunes, mejorar su lenguaje y enriquecer su expresión, sino que de ese modo son competentes para recibir información directa y constante y para transmitirla sin necesidad de terceros. Se separan, definitivamente, de una carencia que las tenía marginadas.
Por último, una buena enseñanza consigue crear hábitos lectores, es decir, proporciona oportunidades para que el individuo disfrute de la lectura. Y eso es una herramienta insustituible que amplía las oportunidades de su tiempo libre. Leer es algo mucho más creativo y despierta mucho más la imaginación que el ver la televisión. Pero, al igual que ocurre con el deporte y con otras actividades, no es posible que nuestros hijos sean asiduos lectores —y están capacitados para serlo— si no hay tradición y hábitos lectores en la familia.