Por Agencia EFE
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El artista argentino-venezolano tiene a sus espaldas una larga trayectoria en la ayuda humanitaria, ya que es el fundador de “La ventana de los cielos”, un centro para niños discapacitados con sedes en Rosario (Argentina) y Miami (EEUU).
Montaner también ha participado en tres campañas de vacunación de la OPS, iniciativas que promueven la equidad y el acceso a la inmunización, así como la cooperación entre países en esta materia.
“Los anteriores premiados eran más famosos que yo”, dijo Montaner en referencia a la cantante Mercedes Sosa, y al futbolista Ronaldinho; pero yo soy el único que antes de recibir este reconocimiento se la sudó y se la trabajó”, remató en su alocución tras recibir el galardón.
La OPS otorga esta distinción a los personajes públicos que, gracias a la influencia que tienen en la sociedad, dan a conocer los programas de salud de la organización.
Durante la última semana de abril, y desde hace nueve años, la OPS celebra su campaña de vacunación, apadrinada por una figura pública de renombre, para concienciar a los latinos de que la vacunación no sólo protege a la familia, sino a toda la comunidad.
Montaner protagonizará el anuncio publicitario de la campaña de este año, y acudirá a conferencias y eventos en el marco de la iniciativa, que concluirá en Manaos (Brasil).
“Me siento muy honrado, pero no sé si esto es un premio o una designación”, esgrimió el cantante.
“El premio es chévere porque te lo llevas a casa y lo luces con tus amigos, pero yo me quedo con la designación, que me da la oportunidad de seguir poniéndome en acción todos los días y tocar el corazón de la gente”, añadió Montaner.
A la ceremonia acudió la esposa del cantante, Marlene Rodríguez, quien trabaja con él en todos sus proyectos humanitarios, dirigidos principalmente a la educación de los niños discapacitados.
La Semana de la Vacunación en las Américas (SVA) ha proporcionado vacunas a más de 250 millones de personas desde que naciera la iniciativa en el año 2002.
Las SVA concentra sus esfuerzos en las poblaciones más desfavorecidas, que tienen limitado acceso a la inmunización, como las que viven en zonas rurales, semiurbanas, fronterizas, y las comunidades indígenas.
En todo el continente americano, la vacunación redujo casi un cuarto la mortalidad infantil en niños menores de cinco años entre 1990 y 2002.
Para transmitir la satisfacción que producen estos resultados e insuflar ánimo para seguir trabajando, Montaner cantó a capella un estribillo de una de sus canciones más conocidas, la que dice: “soy feliz, soy feliz, vamos que la vida es una fiesta”, a petición de uno de los asistentes al evento.
“Ayudar al prójimo es una obligación individual que tenemos todos, así que no necesitas una tarima para poder implicarte en proyectos solidarios”, consideró el artista, que sí admitió no obstante que “cuando eres famoso puedes ir a pedir colaboración incluso a la puerta de los presidentes”.
Montaner, que trabaja sobre el escenario desde hace 30 años, lucha por ampliar su red de centros de “La ventana de los cielos” y aboga por que la semana de la vacunación “pase de ser americana a mundial”.
“Tengo que aprovecharme a mí mismo para servir como plataforma. Aunque a veces eso implique decir cosas que a otros no les va a gustar escuchar”, concluyó el cantante.