El informe, que es el primero global que se publica sobre este problema en 40 años, destaca que muy pocos países cuentan con mecanismos adecuados para responder a las necesidades de las personas con discapacidad.
El número de discapacitados, además, va en aumento en el mundo, lo que se debe al envejecimiento de las poblaciones y al aumento de los problemas de salud crónicos asociados a una discapacidad, como es el caso de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o las mentales.
Entre 110 y 190 millones de los discapacitados se enfrentan a barreras que van desde el estigma y la discriminación hasta la ausencia de adecuados servicios de atención sanitaria y rehabilitación, pasando por sistemas de transporte o edificios inaccesibles.
“Debemos hacer más para romper las barreras que segregan a las personas con discapacidad, en muchos casos forzándolas fuera de la sociedad”, señaló la directora general de la OMS, Margaret Chan.
Debido a los problemas que encuentran, las personas con discapacidad gozan de peor salud, tienen menos éxito en los estudios y menos posibilidades de empleo, al tiempo que sufren mayores tasas de pobreza que las personas sin esta condición, indica el informe.
Por ello, la OMS y el BM instan a los gobiernos a acelerar sus esfuerzos para permitir a los discapacitados acceder a los servicios básicos, así como a invertir en programas especializados que permitan a estas personas desarrollar sus potenciales.
El estudio subraya que en los países de bajos ingresos los discapacitados tienen un 50 por ciento más de riesgos suplementarios de tener que enfrentarse a gastos sanitarios catastróficos.
Además, los niños con discapacidades son menos susceptibles de ir a la escuela y tienen menos posibilidades de mantenerse escolarizados que los niños sin este problema.
En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico la tasa de empleo de las personas discapacitadas es del 44 por ciento, lo que representa un poco más de la mitad del de las personas sin deficiencias, del 75 por ciento.
El estudio da cuenta de algunos ejemplos en el mundo que permiten a los discapacitados acceder a servicios, información o trabajo.
Entre ellos, en Curitiba (Brasil) un sistema público de transporte integrado facilita el acceso de los discapacitados adoptando un diseño universal y sensibilizando a los conductores y otro personal.
En Mozambique y Tanzania, talleres con información en el lenguaje Braille y de signos garantizan que los mensajes de prevención contra el sida lleguen a los jóvenes con discapacidades.
Fuente: Salud www.globovision.com